24/3/08

Hay una jeringuilla en el lavabo

Y ya se ha pasado, la Semana Santa; dentro de una hora estaré ya en el Talgo... Hace diez días casi tenía ganas de venir a Orense, pero hoy estoy decididamente deseando volver a Madrid, sin “casis” de por medio.
Parece mentira... Hace no tantos años, cuando aún tenía la boina calada hasta la barbilla, me espantaban las ciudades grandes como la capital, que en mi mente veía un poco como nido de todos los males; temblaba ante la posibilidad de tener que vivir en una, donde en menos que canta un gallo dos drogadictos en plena ansiedad me robarían y matarían en cualquier callejón. Y aquí estamos ahora, que cada vez que esta semana he escuchado por el hilo musical de algún comercio (y no han sido pocas) la voz cascada del de Úbeda, otro madrileño de adopción como yo, me estaba ya subiendo mentalmente al tren...


Otras canciones tiene que hablan más de Madrid, pero te dedico ésta, jardinero, ya que no he sacado ninguna foto en el jardín de La Estila. No porque me olvidase, sino porque unas ya se habían marchitado todas, y otras apenas lucían aún.

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