28/11/08

¡Hasta el próximo Workshop!

Congreso: Lugar donde los becarios, en vez de de novia o de coche, presumen de director...

Servidor, momentos antes de liarla parda...

Bueno, pues se acabó el Workshop; ya de vuelta en Madrid... Me lo he pasado muy bien y he aprendido mucho, la verdad; me quedo con ganas de repetir. Al final éramos 62 inscritos de los cinco continentes y hubo unas 40 charlas (casi) todas muy interesantes. Y había mucho “famoso”, de esos de los que uno se hace íntimo de tanto ver su nombre en los artículos...
Pero como sé que lo que tira es el morbo, vamos con mi charla: Me desperté varias veces la noche del miércoles repitiendo como una letanía las frases con que pensaba comenzar la presentación (el resto no me preocupaba en exceso; ya el Espíritu Santo y su don de lenguas se encargarían...); y la verdad es que antes de subir al estrado no estaba en mi mejor momento... Y como por lo demás todo en la organización estaba saliendo a pedir de boca, ¿qué mejor momento para que comenzasen a torcerse las cosas que cuando iba a entrar en acción? Efectivamente, hacer doble click en el icono de mi power point para abrirlo y que se colgase el ordenador fue todo uno... Y venga a cerrar ventanas y más ventanas, y el cacharro que no tiraba. Conseguimos abrirla otra vez, y cuando iba por la segunda de las diapositivas se colgó de nuevo; esta vez ya para siempre. Así que mientras me sustituía el siguiente charlista, que conectó su propio portátil al proyector, me fui con un becario extremeño en busca de otro ordenador con el que pudiéramos seguir yo y todos los que quedaban por detrás... Y la verdad, es que era todo tan tonto que se me quitó a mí la tontería; y al reanudar la charla hasta me permití meter algún chiste que otro... Como debido al retraso ya estábamos metidos de lleno en la pausa del café yo creo que nadie me hizo mucho caso y que en general agradecieron que acabase rápido; para mí más que satisfactorio, vamos.
Y como lo más importante del congreso parece ser el simposio, hubo también mucho tiempo por las tardes para pasear el casco antiguo de Badajoz de arriba a abajo. Lo encontré igual de demacrado que el año pasado; pero bueno, descubrí en esta ocasión que caminar por allí era como volver de repente a Argüelles: Meléndez Valdés, Bravo Murillo, Donoso Cortés... todas las calles ya conocidas juntitas de nuevo en Extremadura.
En resumen: un 10. Todo muy interesante y una organización de quitarse el sombrero. Qué raro se me hizo entrar en el metro de vuelta a casa y escuchar a todo el mundo hablar en español...


Joana, Sara y Rita; compañeras en Badajoz y en Madrid

Los regalitos

Homenaje a Flannery

4 comentarios:

Vero dijo...

Bieeeeen! Ya se acabó y todo ha salido bien, hasta divertido! Jejeje!
Enhorabuena!

Ángel Ruiz dijo...

Qué emoción ver el pavo real: tienes que leer La persona desplazada, el cuento de Flannery O'Connor en el que sale lo del pavo real. Este texto sobre pavos reales en Flannery tiene cosas interesantes, aunque no llega al fondo.

Antón Pérez dijo...

Jeje, he de confesar que lo del pavo lo puse más por ti que por Flannery; estaba esperando a mi director en la puerta de su hotel el viernes por la mañana para volver a Madrid, vi al bicho paseándose por la acera y le hice la foto... Suponque que algún día tendré que empezar a leerla.
Por cierto que lo del simposio también iba por ti, más por lo etimológico que por lo de la bebida, claro.

Y gracias por las felicitaciones, Vero :-D

Javi Pato dijo...

Molaría tener el vídeo de la exposición, sería más enriquecedor. aunque con la foto y tu excelente descripción de los acontecimientos nos hacemos una idea. jeje. Me alegro de que fuera todo bien.