18/12/08

Un nisperero


No es precisamente el árbol más bonito de Madrid, y normalmente no le presto mayor atención; siempre polvoriento, en el ruidoso cruce entre Cea Bermúdez y Andrés Mellado... Pero ahora que la escarcha parece velarlo todo, un blanco distinto entre sus ramas, el de sus pequeños grupos de flores, le confiere un encanto particular. Y en los días serenos, como hoy, su fragancia estática en la esquina obliga a detenerse un segundo para inspirar profundamente, sonreír y dar gracias luego por estas extravagantes floraciones invernales, antes de seguir caminando...

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