1/5/09

La Herrería

Y otra nochecita sin dormir apenas, pero, como siempre, por una buena causa... A las 5:30 de la mañana salíamos en el último búho Sofía, Rita y yo camino de San Lorenzo de El Escorial, la localidad de muestreo de currucas que nos queda más a mano. Tan a mano nos queda que normalmente no vamos allí, y ya JPT muestrea “por nosotros” cada fin de semana. Pero hoy hemos subido para probar un nuevo método de conteo de ácaros para Sofía... que al final no nos ha dado tiempo de probar, así que ya os contaré de qué va y qué tal resulta cuando lo hagamos :-)
a
También trabajé yo en lo mío; éste es el típico aspecto de una mesa de campo de procesado de muestras de sangre.
a
Por lo demás, y pese a que el sol nos acompañó toda la mañana, el frío de la primera hora se resistió a abandonarnos, de forma que entre ronda y ronda de visita a las redes era casi obligado darse un paseo al sol, disfrutando de la primavera retardada de la montaña.

Espino albar Crataegus monogyna

Peonía Paeonia sp.

Primavera Primula veris

Y tras la depresión de estos días pasados, viendo campos que parecían casi vacíos de pájaros, resultaba reconfortante recorrer un bosque bullente de plumas, con machos vistiendo sus mejores galas y cantando encelados desde todas partes: papamoscas cerrojillos, herrerillos, oropéndolas, zarceros, mosquiteros papialbos, cucos, pinzones vulgares... Con semejante profusión de músicos, por fuerza la orquesta tiene que sonar bien.
a
Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli

Y un arrendajo Garrulus glandarius, que se cebó en los dedos de JPT. A ningún pájaro debe de hacerle mucha ilusión que le anillen, y los que pueden no se cortan en demostrarlo... Tenía el plumaje bastante gastadillo, por cierto.

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Qué buena entrada, Antón.

Antón Pérez dijo...

Muchas gracias; me alegro de que te haya gustado :-)