3/9/09

Tierra dorada, tierra verde...

Nota: Creo que me emocioné un poco con la entrada-express anterior; pero la verdad es que esta semana sin Internet recién llegado a Suecia me estaba matando un poco... En fin, os dejo con la que había preparado para el martes pasado; mañana viernes a las 12 la del miércoles y ya actualizaciones normales de ahora en adelante...
a
No sé qué tonterías decía el domingo de “resignación positiva”, porque la verdad es que ayer, ante la perspectiva del viaje y del cambio, estaba totalmente desconsolado; y así me pasé buena parte del día... Por la mañana Jaime fue tan amable de descargarnos a mis fardos y a mí en Barajas y de acompañarme mientras facturaba; el último “contacto humano” antes de despegar. Tres horas de avión más tarde, cuando de los grandes campos de rastrojos agostados en torno a Madrid ya sólo quedaba el recuerdo, el avión se abrió paso a través de las nubes para dejarnos en el brumoso aeropuerto de Copenhague, rodeado de marjales verdes que se extendían por el llano hasta morir a orillas del Báltico. Desde el mismo aeropuerto, tras mordisquear sin hambre un bocadillo (que por el precio debía de estar hecho con pan de oro), salí en el tren que atraviesa a velocidad de vértigo el Öresund camino de Lund.
Una vez en Lund, hubo unos momentos de incertidumbre (por decirlo suavemente) en los que no conseguía contactar con mi casero, que se había ofrecido a pasar a recogerme; y no sabía a dónde ir. Tras rezar un poco por fin funcionó mi móvil y ya nos pusimos de acuerdo (difícilmente, porque habla un inglés algo lioso y además tartamudea) para que yo tomase un taxi hasta casa. Mi casa está en Södra Sandby, un pueblecito a 10 Km. de Lund. Es la antigua casa de mis caseros, que están justo mudándose estos días a otra, de forma que nos quedará a los cinco futuros inquilinos: Jordan (canadiense) y Sofia (sueca) llegaron también ayer; los otros dos en los próximos días. Como la casa respira todavía un aire de provisionalidad esperaré algo hasta enseñárosla por dentro; de momento vaya una vista por fuera: Todo el gran ventanal que tapa el arbolito de la derecha es mi enorme habitación.

3 comentarios:

Vero dijo...

Bieeeen! Señales de vida. Parece que todo va más o menos bien, no? Espero que mejore y te encante tu estancia allí.

Por cierto, el arbolito, no sé que es pero está plagado de sus frutos!!!

Beso

Anónimo dijo...

piojo,tambien queremos fotos de los inquilinos

Antón Pérez dijo...

El arbolito un manzano que da unas manzanas muy muy pequeñitas :-)
Y de los inquilinos ya pondré alguna foto (si me dejan) cuando estemos todos; que el último llega mañana...