30/6/10

Fauna no becaria del despacho Nº 4

Hace unos diez días, una compañera de Elena se encontró tirado frente a la Facultad de Farmacia un pollo de vencejo, uno de tantos que estos días sirven de alimento a ratas, urracas y hormigas… Como no estaba en muy mal estado se apiadó de él; de sus manos pasó a las de Elena y de las suyas a las de Miche, de forma que durante el día nos hace compañía en el despacho.
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A Precarín, que así le hemos bautizado, le encanta tirarse el día dentro de su “cueva”; de la que sin embargo hay que sacarle para darle de comer, que es bastante a menudo.

No le gusta ni comer ni beber su agua con vitaminas, pero la verdad es que una vez en faena se pone las botas: pienso, carne, tenebrios… todo desaparece garganta abajo.


Con el paso de los días se hace evidente cómo va creciendo. Espero que en breve podamos soltarle ya, convenientemente anillado, y que no sepamos nada de él hasta dentro de muuuuchos años….

29/6/10

Nycticorax

Agazapado sobre una piedra de la orilla hace apenas media hora, su pico se iba acercando casi imperceptiblemente pero sin remisión a la orilla del agua, hasta que en un último y vertiginoso movimiento atravesó la superficie y volvió a salir con un pequeño carpín.
El Jardín Botánico de Ciudad Universitaria, aunque pequeño, se guarda estas pequeñas sorpresas. Durante toda esta primavera y verano han aparecido irregularmente 1-2 martinetes Nycticorax nycticorax que se dejan ver al atardecer y al amanecer, pescando en el estanque. Las colonias más cercanas de esta pequeña y bella garza de hábitos crepusculares y distribución casi cosmopolita se encuentran en el sureste de la Comunidad; no sé si estos adultos (pues adultos son) vienen desde allí cuando les apetece, si crían en alguna otra colonia no descubierta o si directamente están “de sabático”.
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La foto se la saqué a uno en el mismo sitio, pero hace casi dos años. Como aunque la ampliéis no mejora gran cosa, os enlazo ésta, para que disfrutéis mejor del bicho.

27/6/10

Ahora que nadie lee a los poetas...

Alguna vez de esas en que echo la mente a pacer, me ha dado por pensar qué contenidos tendrán en el futuro los libros de texto. Materias como las Matemáticas o los idiomas no deberían cambiar mucho; pero otras con base histórica, como Filosofía, Historia o Literatura, tendrán que ajustarse de alguna manera: el curso seguirá durando unos nueve meses, y no va a dar tiempo a todo...
Dejando a un lado los hechos puramente históricos, creo que es Literatura la que puede tener más problemas, principalmente porque con lo fácil que es ahora escribir y comunicarse, el número de autores (es sólo una impresión sin datos numéricos detrás; pero me atrevería a decir que es casi evidente) en relación al de la "gente" ha crecido meteóricamente en las últimas décadas; y de tantos, alguno habrá que sea bueno y todo. Siempre es más fácil no tener que pensar mucho, y si hace cincuenta años los autores medievales y modernos que merecían la pena ser estudiados estaban meridianamente claros, pues no parece que haya que tocar nada ahora. Pero no envidio a los que tengan que juzgar cuáles de nuestros autores actuales acompañarán a las generaciones futuras en su formación y cuáles quedarán a la espera de ser descubiertos en bibliotecas y suplementos culturales.
Muy mal nos tendrían que ir las cosas a la mayoría de los que nos dejamos caer por este blog para no poder buscar respuesta a esta pregunta dentro de cincuenta o sesenta años... Justificando ahora el título de la entrada, yo creo que, ahora que nadie (con perdón) lee a los poetas, serán los cantantes los que tomen el relevo de los mismos en los libros de texto. Y será por letristas... Dicho queda; a la vuelta de los años, os invito a comprobar si Sabina entra en la Selectividad de vuestros nietos.

25/6/10

"¡Un embióptero!"

Puede que a mi hermana le fastidiase algo que le colgase el teléfono mientras íbamos hablando, pero es que acababa de cruzarme, en el camino del pinar del Clínico, con algo que no se ve todos los días; era en concreto la segunda vez en mi vida que veía un embióptero desde que sé que existe dicho orden de insectos, que no suele salir en la mayoría de los libros más generales.
Y la verdad no sé por qué, porque son unos bichos realmente geniales. Los embiópteros, la mayoría de los cuales vive en zonas tropicales, tienen una forma que recuerda vagamente al cruce de una hormiga con un chorizo. Su rasgo más notable es que poseen multitud de hileras de seda en el primer par de patas, con las que tejen túneles de seda, normalmente en España bajo piedras o troncos. Podéis ver el proceso de tejido en este fantástico corte de Life in the Undergrowth, mientras Sir David os lo cuenta…
Son además insectos subsociales, cuyos túneles forman colonias mantenidas por varios individuos, aunque sin la estructura en castas de los insectos verdaderamente sociales. Las hembras son siempre ápteras, pero en varias especies los machos poseen dos pares de alas casi iguales que les permiten dispersarse. El nombre del orden significa “alas vivas”, y viene del hecho de que los machos pueden controlar el flujo de hemolinfa que da estructura a las alas, manteniéndose éstas rígidas y duras durante el vuelo y ablandándose al vaciarse mientra se mueven por los túneles. Y todavía una cosa más, que comprobé anteayer en directo: son capaces de caminar hacia atrás. Y no me refiero a “hacia atrás” como un escarabajo que se da contra un objeto, y digamos que recula, cambia de dirección, y sigue caminando, sino a que pueden moverse hacia atrás en línea recta, como lo haría un tren, por ejemplo…
Resumiendo, unos bichos fascinantes donde los haya… Cada vez siento más pena por la gente que va por la calle abducida por los cascos, perdiéndose el mundo.

24/6/10

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Para ser el primer día de la temporada ayer no estuvo nada mal; a ver hasta dónde llego hoy...

23/6/10

Es que no puedo con esto; de verdad...

Por si no fuese suficiente con los que se empeñan a conciencia y con brío por arramplar con el monte que se encentran por delante, queda otra miríada de individuos que grano a grano aumentan el granero de la destrucción, perpetuando de paso las peores supersticiones populares… La noticia de cómo dos valerosos miembros de Protección Civil (cuya labor profesional por otra parte seguro que es encomiable) dieron muerte a sendas culebras con instintos asesinos se comenta sola. Lo que más me enciende es no ya que siga dándose ese pavor atávico por las pobres serpientes, sino que el periodista alabe su labor de una manera que cualquiera diría que se enfrentaron a un tiempo con Escila y la hidra de Lerna.
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(foto de Sonia, de Monfragüe)
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Algún día, espero, se darán cuenta de la fortuna que es poder ver de cerca y admirar una culebra; de las que todas las especies por cierto están protegidas y está prohibido dañarlas.

22/6/10

De halcones urbanos

El sábado por la tarde, sentado en una terraza de la Alameda de Ourense, mi sentido arácnido me avisó de que un montón de palomas se levantaban de golpe de los tejados contiguos: atravesando el bando pasó limpiamente un halcón peregrino, que siguió viaje con una de las aves entre las garras... Sin más.
Peor fortuna tuvo el domingo por la mañana un alcotán europeo que se acercó a probar fortuna cerca de mi casa, sobre la estación del ferrocarril; imagino que con un ojo puesto en los vencejos, presa que sólo cazadores tan virtuosos como este pequeño halcón se pueden permitir... Cuando lo vi, intentaba mantener el tipo con una gaviota con intenciones asesinas pegada a la cola; mientras las lavanderas blancas que anidan en los tejados se levantaban histéricas con todas las trazas de querer darle una paliza... “Así no se puede cazar tranquilo”, debió de pensar, y enseguida se retiró hacia las afueras.
¡Cómo sobreviviríamos a la ciudad sin estos momentos...!

21/6/10

Verde carballo, verde ameneiro...

Ayer fue un día de viajes provincia arriba, provincia abajo... Por la mañana acudí a Oseira con mi padre: La Coral de Ruada, por la que acaba de fichar, celebraba su fiesta anual; y él debutaba cantando durante la Misa. No recordaba haber estado nunca en el monasterio, bien acantonado en la Serra da Martiñá; y ciertamente lo poco que pude ver invitaba a volver con más pausa, a visitar al menos la famosa antigua sala capitular (la "sala de las palmeras"), de ornamentadísimas columnas y bóvedas.
Después de comer fui con mi madre hasta la aldea, a visitar a mis abuelos y a abrir un rato la casa, que siempre viene bien. En la finca nos llevamos una buena alegría: siempre hemos tenido bastante mala fortuna y mano con los frutales, pero este año uno de los cerezos para variar estaba adornado por una carga de cerezas nada desdeñable, de la que liberamos gustosos al árbol. Serían a ojo de buen biólogo como 6 Kg, que a estas horas son ya bastantes menos...
Cuando esta tarde coja de nuevo el Talgo y el paisaje vaya poco a poco agostándose, y el verde que quede sea el verde grisáceo y mate de jaras y encinas, supongo que me acordaré del verde fresco de aquí arriba, y del blanco y el magenta de saúcos y dedaleras, avanzadilla del San Juan. Mis sentimientos son bastante poco rosalianos en este sentido, pues estoy encantado de vivir en Madrid y de trabar amistad con los castellanos de Castilla; pero imagino que, por mucho tiempo que pase, el paisaje en el que uno ha crecido siempre acaba tirando...

18/6/10

De otras tierras

En el Parque del Oeste abundan las estatuas de próceres hispanoamericanos (prócer es una palabra que, hasta que escuché a mis amigos chilenos usarla de continuo para referirse a San Martín, sólo había visto en los tebeos de Zipi y Zape...); y esta mañana, de camino al Rectorado a acabar lo que empecé anteayer, me topé con una pequeña (como el país, supongo) representación uruguaya homenajeando con flores, himnos y mucho despliegue de uniformes de gala a José Artigas en el día de su nacimiento. José Artigas, prócer compartido entre Uruguay y Argentina de cuya estatua el resto de los días del año supongo que se acordarán sólo las abundantísimas en el parque cotorras argentinas que se posen en ella, que no creo que echen ya de menos la tierra de donde vinieron para quedarse...
Marcho yo también en breve, a pasar el fin de semana a Ourense. Si esta entrada os sabe a poco, os recomiendo que deis rienda suelta al deleite añadiendo a su lectura la de la última entrada del blog de Daniel Utrilla, en su línea habitual de prosa ágil y ocurrente.

17/6/10

Abundando en el tema de la semana

Ayer en el Rectorado, junto a uno de los ascensores, había un cartelito con un corazón dibujado que animaba a seguir hábitos de vida saludables; y que decía así: “Subiendo por las escaleras bajarás tu presión arterial”. Al lado, a bolígrafo, alguien (¿el mismo que colgó el cartel?) había añadido: “Y bajándome el sueldo aumentas mi presión arterial”…
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Si fui al Rectorado es porque me llamaron para recoger y cumplimentar los papeles relativos a la transición del periodo de beca al de contrato en prácticas de mi FPU. No se hará efectivo hasta septiembre, pero preferían sacarse el papeleo de encima antes de las vacaciones (lo enlazo porque puede que tú tampoco recuerdes lo que son). Y ya que andaba de papeleo, probé a que una amable señorita del servicio de devoluciones me devolviera, alegando mi condición de becario, los cien euretes de inscripción de la tesis… “Va a ser que no”. Bueno, por probar no se pierde nada.

16/6/10

La UCM va bien

Según la cuerda de cada uno, al pensar en manipulación de la información, información sesgada y autobombo nos vienen enseguida a la cabeza determinados periódicos, canales de TV o emisoras. Pero si se hiciese un concurso, creo que entre los primeros puestos quedarían la página web de la UCM y su panfleto impreso: la Tribuna Complutense. Que ahora que nuestra universidad sale en los diarios un día sí y otro también por las penurias económicas que padecemos, desde los órganos oficiales no hagan más que decirnos que somos los primeros en no se sabe cuántas cosas; suena, como poco, a cachondeo… Y acaba cabreando.
Por cierto, que entre las medidas contra la crisis decididas el viernes en el Consejo de Gobierno estaba la de sacar a alquiler los 20 pisos vacíos de la Residencia de Profesores. Espero que esto se publicite de la forma conveniente; es un edificio en un emplazamiento inmejorable al que llevo tiempo echando el ojo, en mi barrio y directamente a las puertas del Campus, junto al intercambiador de Moncloa y todo lo que se pueda pedir.

14/6/10

Volviendo a los orígenes

Aunque he colgado varias veces una foto idéntica a esta que encabeza la entrada, no deberías preocuparte si no te suena, querido lector: aunque la laguna de San Juan (Chinchón) era uno de mis destinos habituales mi primer año en Madrid, llevaba más de dos sin dejarme caer por allá. Las gracias hay que dárselas a Vero y a Jorge, que sin pretenderlo me hicieron el mejor regalo de santo: sacarme al campo.
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San Juan no es sólo la laguna; sino también los cortados yesíferos del entorno, con sus campos de vegetación gipsófila y cereal bajo llenos de flores y bichejos esteparios. Y la famosa torca, que se abre como un cráter y que en esta ocasión, en vez de collalbas negras…

… albergaba este montón de chatarra. Desde luego la gente es cerda cerda.
Lo dicho; ayer me quedé con galas de ver collalbas negras y garzas imperiales, que hace tiempo que no veo ni unas ni otras. Lo que es la laguna en sí estaba bastante muerta, y apenas unas cuantas parejas de aguiluchos laguneros occidentales animaban algo el espacio lacustre.

Pero bullía todo de pajaritos y demás bicherío, y me entretuve haciendo malas fotos a este zarcero común Hippolais polyglotta

Y a esta tarabilla común Saxicola torquatus, que tuvieron a bien posar pacientemente para la cámara.

Retraté también las Messor, afanadas en la recolección de semillas de esparto.

Y este Acrida sp. que pese a su camuflaje no pasó inadvertido a los atentos ojos de Vero.

Y aquí, autorretrato de los cuatro :-)

13/6/10

En el MNCARS

De los grandes museos de Madrid, me faltaba el Reina Sofía. Así que cuando mi hermano dijo ayer por la mañana que le apetecía ir a ver una exposición de fotos de Nueva York recién inaugurada, y como tampoco tenía gran cosa que hacer y los sábados es gratis, no puse ninguna objeción a acompañarle.
La exposición en sí reúne una cantidad impresionante de material: muchas, muchas fotos, algunas de escenas reales y otras de montajes; y también varias videoinstalaciones, de ésas que nadie entiende muy bien pero que todo el mundo mira con interés fingido. Como era de esperar, la calidad del material (a mis inexpertos ojos; pero mirando a mi alrededor uno ve que no son sólo gafapastas los que van al Reina...) varía mucho: muchos de los fotógrafos se regodeaban en las partes más sórdidas de la ciudad, como edificios y solares abandonados o chaperos y heroinómanos habitantes de los muelles de Manhattan... En general me dio la impresión de que, en las salas en las que el marco de las fotos es mayor que la foto en sí, lo mejor era entretenerse con las propias vistas que desde los ventanales del museo hay de Madrid o del precioso claustro ajardinado. También había fotos muy buenas; montajes ocurrentes y otros momentos que sólo el ojo atento consigue captar, inmortalizar y trasmitir. Me hice una lista para colgárosla aquí, pero buscando por Internet no he sido capaz de encontrar ninguna de las que me gustaba; así que tendréis que ir a visitarla vosotros en persona...
Por lo demás, del museo no vimos otras cosas. Las otras exposiciones temporales y la colección permanente me temo que quedarán para otro sábado lluvioso... Pero que llegará, seguro; que me que quedado con el gusanillo.

12/6/10

Unas declaraciones poco afortunadas

Porque, no sé vosotros, pero si a mí me dicen que no me preocupe porque las nóminas de junio y de julio están aseguradas, inmediatamente lo que voy a hacer es preocuparme (y mucho) por las de agosto...
En fin; tal vez sea mejor así, estar preparados para lo peor... La verdad no es nada agradable que la mala situación económica de tu Universidad ande en boca de todos... Supongo que la gente puede pensar que bueno, los profesores son funcionarios y el Estado no va a dejar de pagarles. Pero muchos profesores no son funcionarios y dependen directamente de la Universidad; y los PAS, y muchos becarios... Otra buena noticia es la de que sólo se cubrirá una de cada diez bajas por jubilación, y los que queden "tendrán que asumir la carga de trabajo"... ¡Dichosa crisis; a ver en qué acaba todo...!

11/6/10

Estepicursores

Mario pateando una Salsola, hace ya más de tres añitos...
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"Estepicursores" (tumbleweeds, en inglés) es el rimbombante nombre que se otorga a las plantas de dispersión anemócora en las que, en vez de dispersarse únicamente la semilla, es parte o toda la planta la que se desprende y viaja; normalmente rodando. Aunque no es muy abundante como método de dispersión, sí ha aparecido varias veces en el curso de la evolución en distintas familias de plantas de medios normalmente llanos, secos y ventosos.
Estepicursores los hay en todo el mundo; pero si algunos se han hecho famosos son los “matojos rodantes” de las películas de vaqueros... Podría pensarse que pocas cosas hay tan características del Salvaje Oeste, tanto que hasta hay quien vende (con grandes dosis de humor) sus semillas; pero la realidad es bien distinta: El hecho es que dichas plantas, pertenecientes al género Salsola, fueron introducidas accidentalmente con cargamentos de semilla de lino en el S. XIX, teniendo pues su origen de este lado del charco… Como buenas plantas invasoras, no sólo en América llegan a hacerse muy grandes, sino que pueden proliferar en números increíbles… Siendo así, mejor tomárselo con humor.
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(Este tema de la invasión de los estepicursores, junto con las referencias a los vídeos que enlazo, fue uno de los muchos que surgió en el viaje de regreso de Pirineos. Lo dicho: nueve horas dan para mucho…)

10/6/10

Pirineos III: Cuestas y bosques

Amanece en el puebloooo...
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Pasamos la segunda noche pirenaica en el refugio Cap del Rec, que funciona también en invierno como estación de esquí nórdico (o de travesía).
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Desde allí, a la mañana siguiente, nos fuimos a hacer la ruta que sube a los distintos estanys de la Pera. La subida era mucho más relajada que la del día anterior, pero el paisaje igual de agradecido.

Aunque ya no quedaban “objetivos” durante todos los días disfrutamos mucho con las aves típicas de los bosques y prados de montaña: reyezuelos sencillos, collalbas grises, acentores alpinos, mirlos capiblancos, bisbitas alpinos, verderones serranos, piquituertos…

Para pasar la última noche nos movimos a un área más boscosa, al refugio del Prat de Miró. Además de por cambiar algo de aires, teníamos ligerísimas esperanzas de aún estuviese cantando y poder escuchar una de las especialidades pirenaicas, el mochuelo boreal Aegolius funereus.

Pero ya iba a ser demasiada potra en un solo viaje… Mejor; así quedan excusas (siempre las hay) para volver. Los pinares alfombrados de arandaneras, además, merecían de por sí un buen paseo; con el que cansarse e intentar dormir algo durante las nueve horas de viaje de vuelta… Ese es el principal problema de muchos de los viajes que hacemos; Madrid está tan en el ombligo de la península que lo único que consigue es estar lejos de todo… Por quejarse, que no sea :-)

9/6/10

Pirineos II: Blanco y en botella...

El viernes amaneció inmejorablemente soleado (como atestiguan hoy en día mi nariz y orejas peladas); no se podría pedir nada mejor para iniciar el ascenso al Puigpedrós.

Tras unos momentos de incertidumbre al principio, ya que el inicio de la ruta no está muy bien señalizado desde el refugio, encontramos el camino de subida. La pendiente la verdad es que se hace bastante cuesta arriba, y uno llega al primer repecho derrengado. Pero basta girarse y contemplar esa especie de mandíbula de perro que es el Cadí para animarse y seguir subiendo.

Seguir subiendo mientras los rebecos Rupicapra pyrenaica te miran sin apenas inmutarse. Les he sacado la foto a pulso a través de los prismáticos y no ha quedado tan mal… :-)

Y cuando ya uno creía que la subida iba a continuar por siempre jamás, aparece de repente la extensión mucho más llana que rodea la auténtica cumbre del Puigpedrós. Por aquí nos extendimos y comenzamos a caminar poco a poco buscando nuestra especie objetivo….

… que no era otro que el lagópodo alpino Lagopus muta, más conocido como perdiz nival. Esta gallinácea, perfectamente adaptada a la alta montaña y las regiones árticas, se vuelve blanca en invierno y de un bello color granito en verano, que es como las vimos nosotros (en la foto aparece un macho, en la punta misma de la montaña). Detectamos en total dos parejas y una hembra suelta. Blanco y en botella… ¡licor de perdiz nival! :-D

A 2.914 m s.n.m., junto a un Belén que algún montañero subió hasta allí, es esto lo que se ve: una sucesión de picos que, compartidos entre tres países, se extienden desde el Atlántico al Mediterráneo… El lagópodo alpino es otra especie con problemas de conservación en España: Esta y otras especies de alta montaña ”se nos caen por arriba”; a medida que aumenta la temperatura van ascendiendo hasta que, poco a poco, ya no les queda más monte que subir…

Ya por la tarde, tras bajar del monte y comer, dimos una vuelta por los estanys cercanos al refugio; allí nos hicimos esta foto de grupo. Alcanzados ya los objetivos pajareros del viaje, nos quedaba aún día y medio para disfrutar tranquilamente de los Pirineos…

8/6/10

Pirineos I: Aaaaalgo chiquitito…

El relato de nuestro fructífero viaje al Pirineo catalán comienza algo más al sur, en una finca de cultivos de secano, terrenos baldíos y filas de árboles junto a Lleida capital de la que no daré más datos (aunque sea más que conocida en el mundillo) por una elemental prudencia. Y es que esa finca es el último lugar de cría del ave más amenazada de España (así, con todas las letras), en inminente peligro de desaparecer de nuestro país. Dicha ave, que era lo que estábamos buscando allí, es el alcaudón chico Lanius minor. Este alcaudón es una especie propia de áreas agrícolas de secano y estepas del este de Europa y Asia, que a medida que nos movemos al oeste se hace más y más raro. En España ha desaparecido a ojos vista, sin que las causas estén muy claras: de unos cuantos núcleos reproductores en Aragón y Cataluña se ha pasado en pocos años a una única población, la leridana; donde además este año sólo ha criado una pareja…
Una pareja de la que la hembra estaba incubando, por lo que sólo nos quedaba el macho; un único bicho que encontrar en toda la finca… Por suerte habíamos contactado previamente con otro aficionado, José Portillo, que cuando llegamos ya estaba en posición y con el pájaro localizado. A lo largo de la mañana, aunque desde bastante lejos, pudimos observarlo en varias ocasiones; y entretenernos el resto del tiempo con las bellísimas carracas europeas que abundaban por la zona.
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Nos fuimos de allí a Pirineos con la sensación de que habíamos tenido la amarga fortuna de ser los últimos que veríamos este bicho en nuestro país; ojalá me equivoque… Poco a poco la carretera se fue empinando y estrechando, el ambiente reverdeció y, para cuando quisimos darnos cuenta, estábamos contemplando el Cadí desde los amplios valles de la Cerdanya.

Nuestro primer destino fue el refugio Malniu, desde donde pensábamos acometer al día siguiente la ascensión al Puigpedrós, en el límite entre Lleida, Girona y Francia. Sin llegar a merecer el nombre de mal niu ni mucho menos, lo cierto es que estos refugios de montaña no son hoteles…

Pero tienen camas…

… y baños, o algo parecido. Pero la falta de lujos la compensan con el de estar en el emplazamiento en que están. José Portillo estaba también en el refugio con la misma idea que nosotros para el día siguiente; pero eso ya lo dejo para mañana.

7/6/10

Fuencarral. 8:30

Fuencarral a las 8:30 es una sucesión de persianas echadas y tabernas manchegas abiertas. En Fuencarral a las 8:30 no hay pintas; todo el mundo luce homogéneamente normal. No hay caras duras; sólo caras largas. Fuencarral a las 8:30 es una calle baldeada con vencejos gritones.
He vuelto sano, salvo y contento de Pirineos; con muchas fotos e historias que contar cuando haya espacio para ello. De momento, lo que me llevaba a caminar a las ocho y media por Fuencarral era ir al Ministerio de Educación a hacer papeleo, cómo no: unos documentos de la memoria de seguimiento que primero no había que entregar y ahora sí. Y como entre Polonia y este último puente llevaba mucho tiempo sin darme una vuelta por Madrid, preferí salir antes de casa e ir dando un paseo. Aprovechando el sol que tanto me gusta; que mañana parece que cambian las tornas…
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PD. Ya que hablo del Ministerio… Si estáis en este mundillo, si pensáis pedir una beca o lo que sea, deberíais entrar aquí y registraros. Aunque la Sede Electrónica lleva unos meses abierta, su publicidad ha sido nula; y por lo visto para poder pedir una beca el próximo curso habría que darse de alta antes de fin de junio…

2/6/10

¿Quién me ha robado el mes de mayo?

Parece mentira, o tal vez no, pero a medida que iba escribiendo la entrada de hoy caí en la cuenta de que había escrito prácticamente la misma hace ya tres años. Así que, directamente, os la enlazo; cambiad Noruega por Polonia y ponedle nombre a las hormigas, pero por lo demás…
Por lo demás, mañana en Madrid toca “Corpus civil”, y el puente consiguiente. Y como ya os había dejado caer, me subo con Javi y con otros tres amigos suyos a la Cerdanya (Pirineo leridano); a la vuelta os cuento si hemos cumplido o no objetivos.

1/6/10

Polonia III: Bialowieza

Tras una fiesta de despedida el jueves por la noche de la que tal vez cuelgue fotos dentro de muuuuuucho tiempo, cuando hayan muerto todos los que salgan en ellas; unos cuantos prolongamos todavía un día más el Congreso con una excursión al Parque Nacional de Bialowieza, conocido por ser la mejor y más extensa mancha remanente del bosque caducifolio que en tiempos cubriera prácticamente toda Centroeuropa, y por albergar la mayor población salvaje del prácticamente extinguido bisonte europeo Bison bonasus.
A medida que nos acercábamos al bosque, compartido entre Polonia y Bielorrusia, el cambio en la fisionomía del paisaje y de sus gentes se hizo bastante evidente: un ambiente mucho más rural; y donde las iglesias ortodoxas de planta en cruz griega, tejados bulbiformes y crucifijos de ocho brazos resultaban mayoritarias. Llegando también, el primero de los muchos bimbos del día: un águila pomerana Aquila pomarina. Y nada más bajar del autobús el para mí el bicho más bonito del viaje: Un papamoscas collarino Ficedula albicollis.
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Al bosque uno se va acercando a pie a través de antiguos campos de labor que, ahora abandonados y sin manejo, forman praderas naturales con una variedad de flores silvestres difícil de imaginar, donde salen a pastar por la noche los muchos ungulados de Bialowieza (no sólo bisontes, sino también corzos, ciervos, alces y jabalíes). En la orla arbustiva de dichos prados viven, cantan y se pueden comparar en directo las buscarlas fluviales Locustella fluviatilis (cuya voz recuerda una máquina de coser) y las pintojas L. naevia (de canto similar, pero más acelelerado). Y los ruiseñores rusos Luscinia luscinia, con un repertorio menos variado que el nuestro, pero increíblemente potente (y ya van dos más).

La puerta original del parque, toda ella (hasta los clavos) de madera de roble. Tiene todo el aspecto, y es realmente el acceso a otro mundo. Realmente resulta difícil imaginar sin verlo el aspecto de uno de estos bosques “primigenios”: la quietud, la penumbra, la variedad de especies de árboles… Y de pájaros carpinteros, aunque sólo pude sumar el pico mediano Dendrocopos medius a la lista.

De vuelta hacia el autobús, ya anocheciendo, en el prado donde se perseguían las bonitas tarabillas norteñas y donde aún cantaban ambas buscarlas y el ruiseñor; se habían unido al coro un carricero políglota Acrocephalus palustris y varios guiones de codornices Crex crex, a los que me moría de ganas por escuchar en directo (otras tres, y sigue subiendo…)

Tras cenar junto a la hoguera (a esta gente le encanta hacer hogueras) todavía nos dimos una vuelta para intentar escuchar búhos y lo que se terciase. Por encima del coro incesante de las ranitas de San Antón sólo se dejó escuchar de entre los búhos el cárabo europeo, pero sonaba también el inconfundible bramido del avetoro Botaurus stellaris.
Apenas cuatro horas más tarde, los más entusiastas nos levantamos para dar una rápida vuelta antes de desayunar por el embalse de Siemianowka. Poca cosa, pero salvó la visita una pareja de fumareles aliblancos Chlidonias leucopterus (último bimbo del viaje, y con éste suman doce; nueve en menos de 24 h).


Antes de irnos de vuelta a Varsovia recorrimos un pequeño zoo que alberga ejemplares de todos los grandes mamíferos del parque, bisontes (por supuesto) incluidos. Comparados con sus primos americanos resultan animales mucho más atléticos y estilizados, adaptados a la vida en el bosque en vez de en la llanura… ¿Y qué sale de cruzar un jamón con una abeja?

¡Pues una piara de rayones! :-D Como ya dije, el Congreso fue en lo académico todo un éxito; y la naturaleza del país está llena de sorpresas para los del suroeste. y todo lo que nos ha quedado por ver… Polonia bien merecerá otra visita.