27/9/10

Al otro lado del Oresund

Pues esto que veis arriba es la famosa Sirenita, emblema de la ciudad de Copenhague... que está de vacaciones en China durante este año. El sábado por la noche volví a Lund tras pasar dos días largos con mi madre, mi hermana mayor y mi hermano en la capital danesa. Dos días que dieron para mucho, la verdad.
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Porque como se podía ver desde lo alto de la “Torre Redonda”, uno de los mejores miradores de la ciudad, la mayor parte de los lugares de interés turístico están bastante cercanos entre sí, con lo que con un gasto en transporte público nulo, pudimos acercarnos...

... tanto a los lugares con un sabor más tradicional, como el Nyhavn (que, pese a ser el "nuevo puerto", es lo que mejor se conserva del antiguo)...

... como a los de la ciudad más moderna y vanguardista, cuya esencia recoge el nuevo Palacio de la Ópera. Así que hubo tiempo para visitar museos, palacios e iglesias; para pasear...

... ¡e incluso para ir en barco! Cuando les dejé el sábado estaban ya en plena decadencia consumista de compras por el centro y creí que no harían mucho más, pero al llamarles al llegar a Suecia descubrí que, en mi ausencia, les había faltado tiempo para meterse en el Tivoli, el parque de atracciones en activo más antiguo del mundo, en pleno centro de la ciudad.
Y otra ciudad escandinava que queda vista. La verdad es que al llegar no tuve ninguna sensación de novedad, ya que el estilo general de las edificaciones y demás es el mismo que se encuentra uno en este extremo sur de Suecia, pues no en vano fue moneda de cambio corriente entre ambos reinos durante cientos de años. Copenhague tiene algo más de vida que lo que conozco de Suecia; podría decirse que es más “latina”, aunque no lo sea en absoluto. Es también una ciudad terriblemente cara, de modo que sin financiación externa es mejor esperar a visitarla cuando tengáis más posibles.
Personalmente, la verdad, me han venido muy bien este tiempo de ver a mi familia y de verdadera desconexión dentro de la estancia, de la que me quedan sólo ya diez días. Diez días en los que espero echar el resto y, aunque en el laboratorio poco se pueda salvar ya, avanzar al menos todo lo posible con el trabajo de ordenador, para no volverme de vacío. Diez días; y restando...

1 comentario:

Javi Pato dijo...

Que bien ya por aquí. Tus dos últimos comentarios en mi blog me han dejado pasmado jajaja.
Vaya hombre, justo vas a ir cuando la sirenita anda por la China. Ya veo que tu familia no perdió el tiempo en tu ausencia, jeje. Y el Tívoli ese tiene muy buena pinta.Hacen bien.
Bueno, ánimo que ya no queda nada. En seguida estas aquí, madrileño!! ;D