16/11/10

"Y a lo que vamos..."

Tania, una casi doctora de la Universidad de Oviedo muy maja que conocí en Polonia y que trabaja con lagartijas, me manda esta noticia tan curiosa... al menos aquí han puesto bien lo de la partenogénesis. Esto de descubrir para la Ciencia especies que ya eran de sobra conocidas por los paladares de la gente local no es en absoluto nuevo: aunque sea ya poco frecuente, en el pasado se descubrieron así y describieron a continuación el celacanto o el porrón acollarado, por ejemplo.
Y la verdad, es hablar de este tema y enseguida recuerdo un fragmento de “Jubilación”, del simpático libro de Durrell “Un novio para Mamá” y otros relatos. Allí se describe la cena de Gerald a bordo de un barco que realizaba una ruta entre Australia e Inglaterra: uno de los platos de dicha cena consistía en, según sus propias palabras, la sopa fría, en la que flotaban los restos de algún tipo de pez que parecía no haber sido descrito jamás para la Ciencia, o bien haber sido rechazado por ella... cosas que le vienen a uno a la memoria.

2 comentarios:

EMNM dijo...

"muy maja que conocí en Polonia y que trabaja con lagartijas"

Esto, sacado de contexto es, como mínimo inquietante!! :P

Es curioso lo de la lagartija esa pero triste, sin sexo no hay amor.. ¿o era al revés? ;)

Antón Pérez dijo...

¿Inquietante? Bueno, las cosas a las que nos dedicamos; supongo que que una chica trabaje con lagartijas yo lo veo tan normal...

Por otra parte las lagartijas esas se quieren un montón; nunca salen de casa sin mirarse en el espejo y decirse "¡guapa!" :-D