7/6/12

Publicando desde el más allá...

El día antes de salir hacia Pirineos tuve una idea. Una idea que dejo generosamente a disposición de mis lectores, por si alguno la encuentra lo suficientemente interesante como para rodar un corto o escribir un relato; cosas ambas para las que carezco de conocimientos, técnica, medios y (sobre todo) paciencia. No lo hice en aquella ocasión, pero sí en otras en que me he ido de viaje: dejar una serie de entradas prepublicadas, para que vayan apareciendo puntualmente a las siete de la mañana y os las vayáis encontrando cada día. Pues bien, mi idea-historia es la siguiente: el protagonista es un bloguerro acérrimo, que ni un solo día perdona su actualización. Es el suyo un blog de la vieja escuela; un diario abierto donde habla cada día de su vida y milagros, pues no tiene (no quiere tener) un Facebook donde hacer lo mismo más frívolamente. Hete aquí que un día nuestro amigo se va de viaje; una semana, por ejemplo. Y deja  prepublicada una entrada para cada día, para que excepto los lectores que también le tratan en persona nadie se dé cuenta de que no está hasta el último día de su viaje, cuando ya desvele que, mientras ellos le leen, él estará en realidad muy lejos de allí. El problema, aquello con lo que no contaba él, era con el accidente que, nada más salir de viaje, acabó con su vida...

... y ya, según seas tú y tu sensibilidad te lo indique, amigo lector y futuro plagiador (y demandado), puedes continuar la historia como mejor se te ocurra. Con un tono melancólico, llenando esas entadas prepublicadas de reflexiones sobre la vida que sus amigos van leyendo, llorosos, cada día. Con algo de suspense, desvelándose en la última entrada que el accidente no había sido tal. Con un puntito incluso de terror, cuando aparezca en la red la entrada que nadie había dejado prepublicada... Solo te pido una cosa: avisa, que quiero enterarme de en qué queda el asunto :-)

2 comentarios:

Javi Pato dijo...

juas, ya tardabas en sacar la idea a la "luz"
curiosa reflexión la de negarse a tener red social cuando por otras vías (osease esta) cuenta sin pudor la mayor parte de sus aventuras...
y la última parte... para disfrute y cotilleo de la gente empieza por quitar la moderación de comentarios :P
y ya para quién se ponga, aparte de blogs que añada redes sociales, móviles y demás caralladas jeje

Antón Pérez dijo...

La decisión de negarse que la explique el protagonista del relato/corto; que para eso es su historia...