12/2/13

Volado

Volado me quedé ayer; medio lelo, al enterarme de lo del Papa... Nada que reprochar a las palabras de explicación de Benedicto XVI; nosotros no necesitamos que el Papa se justifique, y los otros no se quedarán contentos hasta montarse su propia teoría al gusto, obviando cualquier explicación. Pero aún así... Supongo que, los que crecimos con Juan Pablo II, estamos mal acostumbrados a que un Papa "dure siempre", pero los coetáneos de San Celestino (el otro Papa que renunció, y ya veis que malo no era), nuestros abuelos mismos; han sido siempre conscientes de que una cosa es el puesto y otra la persona, de que los papas (santos unos, no tan santos otros) van y vienen, mientras la Barca de Pedro continúa su singladura, porque en última instancia no es mano de hombre la que la guía... nos tocará acostumbrarnos también, supongo. Pero aún así... qué sensación tan rara, qué mal cuerpo se le queda a uno, con un Papa que no ha muerto, pero como si lo hubiera hecho; cuando todavía parece que fue ayer (y no, que fue hace casi ocho años) aquel 19 de abril...

No hay comentarios: