15/5/13

Duratoneando

 ¡Feliz San Isidro, madrileños! :-) A mí me toca currar igualmente (cosas del final de tesis), pero no por ello voy a dejar de alegrarme el día del Patrón. El domingo disfruté enormemente en el campo; no sólo porque la zona del Parque Natural de las Hoces del Duratón ofrece, en un marco muy distinto del habitual, multitud de especies de plantas y animales que es difícil ver en Madrid, sino porque mis compañeros (Belén y Chema) le pusieron unas ganas enormes a distinguir los "pajaritos marrones" que tanto suelen aburrir a la gente, demostrando ser unos alumnos excelentes.
 Saqué unas cuantas fotos horriblemente malas; desde luego nada que ver con lo que otros consiguen en el mismo sitio. Pero como son bichos, como la terrera común Calandrella brachydactyla de arriba, que veo de Pascuas en Ramos, me hace ilusión ponerlas.
 Había collalbas rubias Oenanthe hispanica por todas partes;  tanto de garganta blanca (como este macho) como de garganta oscura.
 Y la gran sorpresa (descubierta además por Chema): un macho de tarabilla norteña Saxicola rubetra; imagino que todavía en paso prenupcial, aunque ya vaya siendo tardecillo, ya que no es éste el hábita en que suelen criar. Hacía bastante que no veía un macho bonito de esta especie; creo de hecho que desde el congreso de Polonia...
 Ya por la tarde, después de comer a la orilla del Duratón, dimos un pequeño paseo por la senda que rodea la villa de Sepúlveda por el fondo de los cañones que la rodean.
 Abundaban los zapatitos de la Virgen Sarcocapnos enneaphylla, una especie propia de cortados calizos.
Pero lo que más me gustó, sin duda, fue ver mis primeras orquídeas del género Ophrys, O. lutea a la izquierda y O. gr. sphegodes a la derecha. Las orquídeas de este género, conocidas como abejeras, atraen a sus polinizadores (mayormente abejas del género Andrena, como la que os enseñé ayer) no ofreciéndoles néctar, sino ¡sexo! El diseño del labelo de estas orquídeas reproduce las señales visuales y olfativas que sirven a los machos de estas abejas para reconocer a las hembras de su especie. Al intentar copular con las flores, se llevan pegadas al abdomen las polinias adhesivas, que viajarán así hasta la siguiente flor para, ellas sí, fertilizarla. Podéis ver un vídeo bien cortito e ilustrativo de eso aquí.

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