14/5/13

Tranquilidad sotorrealeña

 ¡Qué tranquilidad se respiraba el sábado por la mañana en Soto del Real, en la dehesa donde crían los estorninos de la tesis de Jaime! Sol, verdor, multitud de aves... y ni rastro de las vacas que tanto me hicieron disfrutar en mi última visita. Como este año estoy que no paro con mis salidas de fin de semana, ya estaba yo retrasando demasiado acompañar al chico éste en alguna de sus jornadas de trabajo de campo; y la verdad es que me vino de perlas para olvidarme del despacho.
 Un apio de caballo Smyrnium perfoliatum. Bonito en su discreta elegancia, apenas llamando la atención con un tono verde ligeramente más amarillo que el del entorno.
 Y en una axila del tallo, descansando, una abeja solitaria del género Andrena; que pongo aquí porque en la entrada de mañana comentaré alguna cosa más sobre ellas...
 Más fácil mente reconocible, un cojón de perro Anacamptis morio; un nombre un tanto rudo para una orquídea bastante apañada. Aunque claro, la propia palabra (y género de varias especies) Orchis que da nombre a la familia no significa ni más ni menos que "testículo".
 Jaime nunca me la había enseñado hasta el sábado, pero resulta que en medio de la dehesa (más bien "al extremo sur", hablando con propiedad) hay una lagunilla temporal entre melojos y fresnos; que estaba llena de agua tras las lluvias de este invierno interminable.
Y ya para terminar una nidada de cinco majos estorninos de seis días de edad; los primeros de tantos (casi cien) que pasaron por las expertas manos de Jaime a lo largo de la jornada.

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