21/8/13

¡"Birdguanching" desde el primer día! (Expedición Autodate, I)

Desde la isla chicharrera...
Hola a todos, ya de vuelta por Madrid :-) ¡Qué ganas tenía de volver a casa y asentarme un rato, tras todo este mes de viaje por ahí!... y al mismo tiempo ¡qué pocas ganas de volver a Madrid, dejando atrás el mar y una semana de bicherío la mar de gratificante!

Durante nuestra semana, Javi y yo nos alojamos en Puerto de la Cruz, una localidad bastante turística (aunque no por ello fea) del norte de la isla, donde debido a la casi constante presencia de nubes los precios son más baratos que en el sur.

Ya sabéis que, como decidimos hacer este viaje casi a última hora, la mejor forma de ajustar los precios era contratar un paquete de viaje por agencia. Nos tocó en suerte el aparthotel "Bellavista", de curioso tapizado...

... y además ¡con una política antipájaros muy estricta!

Pero con una muy bella vista, por cierto, sobre la playa de Puerto de la Cruz; y sobre el mar, con su trasiego constante de pardelas cenicientas Calonectris (d.) borealis, las aves marinas más abundantes de Canarias, que se dejaban ver con los telescopios mientras desayunábamos en la propia terraza del apartamento.

Pero como podéis suponer no habíamos venido hasta aquí para ir a la playa, sino para disfrutar de la naturaleza canaria; por primera vez yo y refrescando recuerdos mi compañero. El ambiente subtropical de Tenerife a mí basta para volverme lelo: el calor y la humedad, la exuberancia, el colorido... y los primeros bimbos de especies y subespecies endémicas de estas islas ya de camino al supermercado; aves comunes de ciudad y jardín que por otra parte y evidentemente eran completamente nuevas para mí: canarios Serinus canaria, desde luego; y vencejos unicolores Apus unicolor, los ubicuos mosquiteros canarios Phylloscopus canariensis; o las subespecies propias del herrerillo norteafricano Cyanistes teneriffae teneriffae, la lavandera cascadeña Motacilla cinerea canariensis y el cernícalo vulgar Falco tinnunculus canariensis.

¡Y lagartos, lagartos por todas partes! Acostumbrado a ver pocos saurios grandes en la Península, y a que además éstos tiendan a poner pies en polvorosa en cuanto uno se acerca, ver en Tenerife semejante cantidad de lagartos que además acuden a uno en busca de comida como si de palomas se tratasen fue sin duda uno de los mayores "shocks" del viaje. En la imagen un macho de la forma propia del norte de la isla de lagarto tizón Gallotia galloti eisentrauti.

Y aquí una hembra.

Pero pronto dejamos atrás las zonas urbanas y nos fuimos en busca de otras especies emblemáticas de esta región. A poca distancia de Puerto de la Cruz, en dirección oeste, está el mirador de La Grimona. En el barranco a espaldas del mismo crecen restos de lo que otrora fue la vegetación típica de la cara norte de las islas Canarias: un bosque termófilo y húmedo de palmeras, dragos y multitud de especies de cuyos frutos se alimenta...

... la paloma rabiche Columba junoniae; una de las dos especies endémicas de Canarias. Hace apenas unos años se descubrió de casualidad el potencial de este barranco como zona de observaciones seguras y de calidad de esta especie, una de la que más quebraderos de cabeza daba a los pajareros que visitan estas islas. Mi foto desde luego no hace justicia al bicho. Por la zona también se dejaba ver una familia de la subespecie canaria del busardo ratonero Buteo buteo insularum, que de media luce más pálida y estriada que la común en Europa.

Siguiendo por la carretera hacia el extremo occidental de Tenerife, se termina pasando junto al bonito mirador de la Punta del Fraile. 

Revisando los impresionantes barrancos que se suceden desde el pueblo de Buenavista hasta el final de la isla puede uno, con un poco de suerte, cruzarse con otra especie complicada:

El halcón tagarote Falco pelegrinoides; equivalente del halcón peregrino con la nuca parda y la espalda plateada propio del norte de África y Oriente Medio, que en territorio español se deja ver sólo en las Canarias.

Y por fin, la punta de Teno, con los impresionantes acantilados de Los Gigantes al sur. Y el último bimbo del día caminando por el párking de la playa (y ya iban cinco), el bisbita caminero Anthus berthelotii. Desde luego, para llevar apenas medio día en Tenerife, no se nos estaba dando tan mal... y lo que nos quedaba.

1 comentario:

Antón Pérez dijo...

Me pide Tania (no sé por qué no comentas tú directamente :-p) que aclare que, lo de "chicharreros", no viene por las chicharras, sino por los chicharros. Aprovecho para comentaros que espero que os guste el nuevo aire del blog, más "ligero", sugerencia de Compostela...