20/12/13

Saíncho

De aquí
Saínchos les llamaba hasta que salí de Galicia a los cenizos Chenopodium album, el gran enemigo de mis abuelos, la mala hierba por excelencia, que he visto crecer desde crío en la huerta en multitud de formas y tamaños (raquítica a veces, más alta que yo otras). Cenizos se les llama por el color "polvoriento" que tienen, mucho más acusado en el envés de las hojas. Y "cenizos" se les llama por asociación a esos individuos en los que la mala sombra enraíza con el tesón de estos hierbajos...

... Un tanto cenizo me sentía yo ayer, durante la cuchipanda de despedida del grupo BCV (tenemos nueva web, por cierto), siguiendo con la tónica del año pasado. La planta 9 es un poco un compendio de caras largas: profesores no funcionarios cuyas respectivas renovaciones están, más que en el aire, en el éter; "becarios" de los que apenas ninguno merece el nombre, pues las becas brillan por su ausencia; gente a la que despedimos ya definitivamente este año (Sofi, Joaquín, Irene... JaviFL también, que tras empezar su tesis con un contrato de técnico aquí nos deja -y bien que hace- tras sacar una FPI en el Botánico)... y otros que, como yo, querían irse, y no tienen a dónde.
Pero bueno. El cenicismo se nos pasa pronto, teniendo qué comer y buena gente alrededor. Hoy hasta casi me hace gracia la carta que, desde Rectorado, me llegó la semana pasada, invitándome amablemente a apuntarme al "acto oficial de imposición de insignias a los doctores del curso 2012/13", a celebrarse el próximo día de Santo Tomás de Aquino tras la concesión del doctorado honoris causa a Carlos Saura; acompañada de una nota con la lista de sastrerías donde alquilar por un módico precio toga, muceta, birrete y guantes... Hace una semana como digo me pilló en modo "mejor no voy, que igual hasta devuelvo el título". Pero ahora, si de aquellas tengo pa' comer, igual hasta me animo y todo...

No hay comentarios: