27/1/14

Geominero

 Arriba, arriba por la gran escalera y... ¡zasca! ¡Ciencia! De forma totalmente improvisada, acabé visitando ayer por la mañana junto con Álex y dos compañeros suyos del máster el Museo Geominero (visitas gratuitas, L-D, 9:00 - 14:00), a un pequeño paseo de casa. Y bien que lo agradecí, que ya hace mucho que no me culturizo los fines de semana...

El Museo estaba lleno de padres y abuelos pastoreando niños; cosa que me sorprendió, pues la exposición en sí creo que es bastante poco pedagógica: vitrinas y más vitrinas de pequeños fósiles (los más) y minerales, con su etiqueta y a correr; una especie de espíritu reinante de "mejor que sobre que que falte" del que adolecen tantos museos arqueológicos llenos de monedas y piezas de alfarería, de forma que a la quinta almeja, hoja de helecho o diente de mastodonte fosilizados hay que ser ya muy apasionado para seguir mirando las quinientas restantes...

 En todo caso, disfruté mucho de la visita, más por la compañía y por el ambiente generalizado de patio de colegio que por la exposición en sí, cierto es; pero ni que esto fuera malo... Además, la sala de exposiciones es muy bonita de por sí y digna de visitarse (aquí una foto mucho mejor).

No es que estuviese aquello lleno de dinosaurios y demás, precisamente; pero uno siempre acaba encontrando algo que le llama la atención: ya sea este crinoideo que tanto recuerda a una de aquellas "manos locas"...

... o este delicadisima raya fósil, que conserva hasta el más mínimo detalle de su estructura otrora cartilaginosa. Pasaos vosotros un día que os pille aburridos y a ver qué pequeña joya encontráis, oculta en un mar de braquiópodos y antozoos..

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