1/2/14

De vuelta a la toma de datos

Algo más de dos años llevaba yo sin sentarme delante del microscopio; en concreto desde que volvimos Sofía y yo de Edimburgo. Pero el 99% de los trabajos relacionados con la tesis está ya finalizado, así que a la espera de que vayan llegando noticias de las revistas, si quiero seguir engordando el CV, necesito más datos; y espero poder rascar algo cuando tenga todas las cifras de las intensidades de mis infecciones. Ayer me quedaban exactamente la mitad de los frotis por mirar: 441 (!); hoy ya son siete menos...
A pesar del frío, combatido como se puede con la estufa de aire caliente; un par de detalles hacen más agradables ahora que antes las horas sentado delante del microscopio. Una es la nueva silla con respaldo que se ve en la imagen y que sustituye a las mortificadoras banquetas de madera; y otra que, al tener ahora Internet en el ordenador del laboratorio, el espectro musical disponible ha aumentando significativamente. Y así echaré las horas hasta que termine con todos los frotis o me rescaten aceptándome en algún postdoc: disimulando con RockFM cuando haya alguien más en el laboratorio o coreando en voz alta las rimas consonantes y obsesivas de Los Punsetes cuando no haya nadie... no sé qué pinta tendré si entra alguien sin que yo me dé cuenta. 

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