11/4/14

El ala este

Pues tras sumar en otros dos días de viaje un número casi idéntico de kilómetros (1343 esta vez), hemos completado casi por completo el ala derecha de nuestra mariposa. La pena del "casi" fue que el miércoles los atascos hicieron que salir de Madrid fuese un suplicio, de modo que decidimos posponer dos de las localidades que quedaban más cerca (San Martín de la Vega y Aranjuez) para que no se nos echase encima el día sin haber acabado.

 Empezamos pues a registrar datos en Villatobas, en un mosaico bastante agradable de recorrer de encinas grandes y campos de cultivo. Mientras yo recorría mi transecto y Álex hacía lo propio por la mancha que se ve al fondo, levantó accidentalmente un grupo de unas quince inesperadas garzas imperiales que debían de haberse posado en ellos para descansar de la migración durante la noche. Garzas imperiales pues, una más que añadir a una larga lista de aves estivales que he ido sumando a la lista anual durante estos viajes.

 La siguiente parada la hicimos en el jaral de la colina sobre la que se yerguen los molinos de Puerto Lápice. Y a la vista desde la colina la inabarcable colcha manchega de cereal verde, barbechos y olivares, cada cuadrado de un color. Y todavía habrá quien se queje de lo aburrida que es Castilla...

 Tras Puerto Lápice tocó tirar muchas millas, comida de por medio, hacia el sur y hacia el este; hasta llegar a Abrucena, una localidad almeriense ya en el límite entre Sierra Nevada y el desierto. Bancales de almendros, matas de esparto y retamas; nada que ver con las otras localidades del día. Una de las cosas buenas de la lagartija rabilarga como especie modelo es que, como sucede con la curruca capirotada, el tipo de estructura de hábitat que le gusta puede en realidad replicarse con especies distintas en zonas con climas muy dispares, dando mucho juego a la hora de analizar después cosas.

 Tras acabar en Abrucena todavía cogimos el coche para ir desandando camino antes de dormir y que el trayecto inicial del jueves no se hiciese tan largo, pues teníamos que llegar hasta las Hoces del Cabriel, entre Cuenca y Valencia. Y otro tipo de hábitat distinto más un pinar con sotobosque de romero. Y de otras tantas flores, como...

 ... este arbustito, la Globularia alypum, que aunque a primera vista parece una compuesta resulta luego ser ¡una plantaginácea! Como le gusta a la naturaleza jugar al despiste...

 Y una orquídea abejera más: Ophrys dyris, o tal vez alguna de las especies del grupo de O. fusca. Como sabéis que mis conocimientos botánicos son bastante limitados, aprovecho para dar públicamente las gracias a Javi, y a través de Javi a Mario, por lo rápido que contestan siempre cuando les mando fotos de plantas desconocidas para mí. Y por lo mucho que aprendo; por ejemplo que la "retama azul zamorana" de la entrada anterior era una Polygala microphylla, endemismo del oeste ibérico que resulta no tener nada que ver con las retamas de verdad. Culpa mía de no haber mirado las flores más de cerca...

 Iniciando poco a poco el regreso a Madrid desviándonos a los lados de la A-3, paramos primero en otro lugar lleno de romeros, pero donde en vez de pinos crecían encinas: Villares del Saz.

 Y después cambio a otro ambiente radicalmente distinto, un aulagar en un cerro yesífero en Horcajada de la Torre.

 En vez de flores, aquí lo que brotaban del suelo eran directamente cristales laminares de selenita; la verdad es que de todo merece la pena llevarse una foto...

Y aunque el cielo de la última localidad que hicimos, Vellisca, ya en la Alcarria conquense, parecía estar tan despejado como en el resto de las localidades, y el suelo igual de sediento; la verdad es que hasta justo antes de parar estuvo descargando una tormenta curiosa, una nube bastante pequeña, pero con muy mala leche, que arrojaba con mala idea uno goterones grandes como puños.
Y de la mezcla de encinas, quejigos y coscojas (a cada cual más espinoso) de Vellisca, a Madrid de nuevo. Que el cuerpo de la mariposa, a caballo entre Madrid y Toledo (¡Pelahustán!) quedará ya para después de Semana Santa... qué ganas :-)

2 comentarios:

Javier Gómez dijo...

¡Vaya fotos! Y vaya envidia... lo que hubiese dado yo por patear alguna de esas localidades, ¡aunque solo hubiese sido una! No tienes que dar las gracias a nadie, solo faltaba ;)
Javi

Antón Pérez dijo...

Anda, anda; a sólo una localidad le hubieses sacado tú mucho más jugo... y con mejores fotos :-)