17/11/14

Langostas y langostas...

 Bonito, ¿eh? El gráfico es bonito de por sí (incluso después de que lo haya estropeado yo después de pegar la portada de la revista encima), pero más bonito aún por lo que cuenta... Hace diez días, Science publicaba la filogenia definitiva de los insectos (hasta que otra la desmienta, aunque no creo que sea pronto): una jerarquización de relaciones de parentesco entre los distintos grupos no basada en pocos o muchos genes, sino en todos; en genomas completos de los organismos analizados. 
Tras salir publicada, los más tontos nos hemos contentado con "mirar los santos": curiosear las imágenes y leer en diagonal un texto que bien podría estar escrito en chino. Pero por suerte hay gente a la vez lista y dadivosa, gente a la que le gusta pensar y que al compartir sus ideas nos ayudan a los tontos a descubrir el mundo con otros ojos, a ampliar miras (y estoy pensando que ése debe de ser el motivo por el que se nos enseñaba Hª de la Filosofía en COU... pena que no nos lo explicaran así entonces): algunos se han alegrado al comprobar cómo las técnicas moleculares más sobresalientes refrendaban el trabajo realizado con la sola ayuda de una lupa por los taxónomos dieciochescos, de modo que este trabajo comprueba la validez como grupos naturales de los órdenes de insectos tradicionales, el valor como elementos de clasificación de los detalles morfológicos y de los ciclos vitales que sirvieron para definirlos, y sobre todo la agudeza de los científicos de entonces, que supieron distinguir tan bien el grano de la paja... 
Y otros, como mi señor exdirector, han visto en él la respuesta definitiva a preguntas que muchos no nos habíamos planteado nunca: ¿por qué las langostas se comen nuestras cosechas... y nosotros a su vez las pescamos para comérnoslas? O, expresado con menos lío: ¿por qué, si ambos son grupos tan tremendamente exitosos y aparentemente capaces de adaptarse a todos los ambientes, no hay (apenas) crustáceos terrestres e insectos marinos?

La solución es de ésas tan simples y brillantes que le hacen a uno sentirse aún más lerdo de lo que es: la respuesta es que sí que los hay... porque cada uno es la respuesta a la pregunta del otro: ambos grupos no son recíprocamente hermanos, sino que uno engloba al otro: primero fueron los crustáceos, y en un momento una rama de los mismos se adaptó al medio terrestre... sólo que en vez de llamarlos "gambas de seis patas" los hemos llamado insectos. Los insectos no son pues la contraparte terrestre de los crustáceos, sino la respuesta de los crustáceos al reto planteado por un ambiente hasta entonces hostil...
Y ya está. A muchos (porque no os interese -legítimo es- o porque esto os sonase ya y os pareciese evidente) puede que esto no os diga gran cosa. Pero oye, a mí que JPT me hiciera caer en la cuenta de esto me alegró en su momento el día... ya veis, con poco se contenta uno.

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