19/1/16

Göttingen

 ¿Hay alguna ciudad alemana que, por algún motivo, os diga algo? A mí, sólo Gotinga, y eso que ni siquiera he estado allí. Pero la pequeña ciudad universitaria donde, si hemos de hacer caso a la canción, las rosas son tan bellas, es destino anual de una miríada de Erasmus; entre ellos mi hermano, que terminó pasando allí cerca de dos años y medio. Y de ahí mi temprana familiaridad con la ciudad, y los librillos de aves en alemán que aún tengo en casa de mis padres. Por lo demás, entre los Erasmus salientes de la ciudad estuvo Álex, el alemán majo como él solo que tuvimos en el departamento unos cuantos meses el año pasado... y de Gotinga llegaron ayer las mejores noticias: allí se encuentra el DeutschesPrimatenzentrum, y allí entrevistaron ayer a Chan para evaluar su aptitud como camp manager de la estación de campo que el centro tiene en el Parque Nacional de Niokolo-Koba, en Senegal, dedicada al estudio de los papiones de Guinea Papio papio. Y la entrevista fue tan bien que ahora puedo enorgullecerme de ser amigo de la nueva directora de la estación de campo por espacio de dos años, cargo que se hará efectivo sobre el terreno en alrededor de un mes.

Con la parte más trasto de su familia de acogida
De modo que, año y medio después de volver de su primera estancia en Senegal, Sonia se nos vuelve a marchar, dejando un hueco tanto más doloroso como más prolongada será su ausencia. Dolor que se ve aliviado al pensar en cuáles son las probabilidades de que una chica de barrio que decide ser "Dian Fossey", realmente lo consiga: estoy seguro de que debe de haber menos dianfosseys por el mundo que astronautas, y sin embargo, ahí estás, un paso más cerca. Gusta mucho ver que se le cumplen a uno los sueños, claro está, pero alegra aún más ver que se cumplen los de la gente que uno quiere. De modo que ¡gracias, Chan!, por alegrarme el día.

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