23/8/12

¿Quién le pone el cascabel al gato? TÚ deberías hacerlo...

A grandes rasgos, hay gente "de gatos" y gente "de perros"; y aunque por veces me lo hagan pasar mal, yo soy más del segundo grupo. En cualquier caso, no me disgustan especialmente los gatos salvo en una situación en concreto: cuando están fuera de casa. Y es que el gato callejero, el gato que se solea en los tejados y vuelve luego un par de veces al día a hacerle caso a su mascota humana; puede ser el epítome de la libertad y la independencia, pero también es una de las grandes plagas de nuestras zonas rurales. Los gatos que campan a sus anchas, ya sea por hambre o las más de las veces por puro aburrimiento, se dedican a ir por ahí cazando micromamíferos, pájaros y un poco lo que se les ponga a tiro. Nada nuevo, pues para eso iniciamos nuestra vida en común hace ya unos 100.000 años; para que nos librasen de otras plagas "oficiales". Pero si bien es conocido el papel de los gatos en la extinción de multitud de especies insulares que habían evolucionado en zonas libres de depredadores terrestres, el hecho de que los millones y millones de gatos domésticos que hay en el mundo se transformen en pequeños matadores una vez dejan atrás la gatera suele ser ignorado. Haciendo unas cuentas muy simples, multiplicando el número de presas muertas que los gatos traían a casa por el de gatos domésticos que disfrutan de libertad para salir cuando quieren, la American Bird Conservancy estimó que en EE. UU. solo los gatos eran responsables de matar alrededor de mil millones de pequeños vertebrados cada año... pero se equivocaban. Un proyecto conjunto de la Universidad de Georgia y de la National Geographic Society para equipar gatos con collares con pequeñas cámaras, nacido con el simpático objetivo de ver el mundo como lo ve un gato, reveló que de media los gatos llevaban de vuelta a sus hogares menos de un cuarto de sus capturas, por lo que... blanco y en botella. Así que hazle un favor al mundo, y no dejes a tu gato salir de casa. Y no lo digo con desprecio; apelo a tu responsabilidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante.
La mía ya con 16 años poco peligro más tiene que el de ocuparme el sitio del sofá.
Y pocas veces la dejabamos salir fuera, aunque su instinto cazador en el hogar se disparaba con las moscas. Aquello era divertidisimo. Y se las jalaba y todo, q sabia es la naturaleza (ya de matar..)

FJP

Antón Pérez dijo...

Jajaja; así está de hermosa tu gata, a base de moscas... :-p